HISTORIA

San Ildefonso, es uno de los pueblos que componen el departamento de San Vicente; el cual esta ubicado al costado norte del cerro de Sihuatepeq, en el valle del mismo nombre. Durante la época precolombina fue habitado por dos tribus indígenas que habitaron en los lugares conocidos como El Caulote y Chancuyame, pero durante la conquista y colonización (Invasión Española), tuvieron que migrar hacia el norte. Años más tarde en este humilde pueblo , vestido de soledad, miseria y conformidad; la familia Marín y Panameño se convirtieron en dos familias acaudaladas, que tomaron el destino de la Hacienda de San Ildefonso, a la cual en el año de 1889 se le concedió el titulo de “Pueblo” conservando así su mismo nombre, para concederle el titulo de pueblo, tuvieron que pedir a la comunidad que: “COMO MINIMO TUVIERA DOS FUENTES ACUIFERAS” donde el pueblo pudiera abastecerse de agua; “UN PREDIO DE TERRENO PARA UNA ESCUELA” OTRO PREDIO PARA LA ALCALDIA MINICIPAL; UNA MANZANA DE TERRENO PARA LA PLAZA PUBLICA (HOY EL PARQUE) Y OTRA MANZANA DE TERRENO PARA EL CEMENTERIO. Al presente pedido la familia “Marín”, dono todos esos predios y además la sucesión “Acevedo” que era dueña de los terrenos que componía la hacienda del Ciscátal, fundado ese mismo; dono el terreno que hoy ocupa el Barrio Guadalupe, que seria “Barrio El Colegio”, pero después como este terreno se dono al pueblo sin ningún documento, y la hacienda fue vendía a la familia “López”, esta lo quito y dejo el predio de la bomba y la Quebradona.

El día que le concedieron el titulo de pueblo se hizo una gran fiesta y fue bendecido con una misa, la cual se celebro bajo el árbol de tamarindo que esta sobre la avenida la esperanza del barrio san Antonio, y en el solar de la señora Gudelia Marín Viuda de Guzmán.

Se nombro también alcalde municipal del pueblo al señor Facundo Portillo, fue bendecido el lugar donde se construiría la iglesia católica y es donde hoy en día se encuentra ubicada.

El tiempo transcurrió; el pueblo fue tomando mejor forma; se lleno de habitantes y estos aunque en una forma humilde ayudaban con lo que podían.

Benjamín Díaz, Juan Palma y Juan Guido: tres fonchanos que se les recuerda por sus esfuerzos realizados en bien de la comunidad fonchana, cuando esta mas la necesitaba. En aquellos días de soledad y aislamiento en que vivía San Ildefonso, estos hombres de quien he hecho mención, lograron coronar sus propósitos, que fueron verdaderas obras para nuestro pueblo.